ESTADÍSTICA EN LAS ORGANIZACIONES

La estadística puede dar respuesta a muchas de las necesidades que la sociedad actual nos plantea. Su tarea fundamental es la reducción de datos, con el objetivo de representar la realidad y transformarla, predecir su futuro o simplemente conocerla.

La estadística descriptiva comprende cualquier actividad relacionada con los datos y está diseñada para resumir o describir los mismos sin factores pertinentes adicionales; esto es, sin intentar inferir nada que vaya más allá de los datos, como tales. Describe, analiza y representa un grupo de datos utilizando métodos numéricos y gráficos que resumen y presentan la información contenida en ellos.

La estadística inferencial es el conjunto de métodos que a partir de una situación dada, permiten realizar inferencias (estimaciones, comprobaciones, proyecciones, etc.) sacar conclusiones y tomar decisiones acordes.

Como estudiantes de administración estamos convencidos que no se puede gestionar lo que no se mide. Si no podemos medirlo, no podemos controlarlo. Si no podemos controlarlo no podemos gestionarlo. Si no puedo gestionarlo no puedo mejorarlo.

La escasa aplicación de estadísticas en las organizaciones provoca que las mismas no tengan una administración eficiente.

Peter Drucker realiza dos afirmaciones. Primero, afirma que pocos factores son tan importantes para la organización como la medición. Y segundo, lamenta el hecho que la medición sea el área más débil en la gestión de una empresa.

No solo a nivel empresa, sino también a nivel país, los que más han avanzado han sido aquellos que hicieron de las estadísticas una herramienta fundamental. W. Edwards Deming un pionero en métodos estadísticos para el control de calidad, señalo que en Japón se pone mucho más énfasis en las estadísticas para directores de empresas. En parte fueron sus aplicaciones estadísticas las que hicieron que Japón se convirtiera en un líder internacional en productos de primera calidad.

El lanzamiento de un dado o la elección de una carta de la baraja son quizá algunos de los ejemplos más escuchados de la estadística, pero pensemos un minuto en la empresa en la que trabajamos:

¿Qué clientes generan los mayores ingresos? ¿Qué zonas o regiones son las que generan mayores ventas en unidades monetarias y volúmenes? ¿Cuál es el nivel de rotación o permanencia de un cliente? ¿Cuál es su nivel de satisfacción?

Estas son solo algunas preguntas que no podremos responder, o para hacerlo se deberá destinar de una gran cantidad de tiempo en personal, además de generar información poco confiable y seguramente fuera de tiempo.

Si no contamos con esta información, ¿cómo hacemos para…

•  Adoptar medidas correctivas

• Confeccionar un presupuesto confiable

• Administrar eficazmente un flujo de fondos

• Evitar compras innecesarias y excesos de stock

• Gestionar la mejora de distintos procesos

• Negociar un aumento de precio

En resumen, para poder saber que pasa en su empresa es necesario contar con datos  en tiempo y forma, sabiéndolos interpretar correctamente. La información debe ser clara y precisa especialmente en la presentación de datos en forma de tablas y gráficas.

En muchos casos se piensa que la gestión estadística implica mayor burocracia o un incremento en los gastos. Pero debemos pensar que en la realidad esa actividad y su costo son estratégicos, razón por la que el incremento de los costos será compensado en gran parte mediante una mejor gestión, lo cual generara mayores ingresos y un incremento en la rentabilidad de la empresa.

Es necesario fundamentar y demostrar a los directivos de las empresas los beneficios generados por la incorporación e implementación de las estadísticas a la organización. La mejor forma es reflejando esta herramienta como una importante palanca para el incremento de los resultados.

Cada día se exige ser más productivos, eliminando sistemáticamente los despilfarros. Hacer esto posible exige de información.