Las organizaciones no gubernamentales (ONG) son entidades independientes sin fines de lucro que surgen a raíz de iniciativas civiles y populares y que en general están vinculadas a proyectos sociales y/o culturales. Comprenden instituciones de caridad, asistencias, religiosas, fundaciones, etc. Sin embargo, no todas las organizaciones independientes pueden ser catalogadas como ONGs. Para que reciban tal denominación, deben reunir una serie de características como las que mencionamos a continuación: prestar servicios de utilidad pública, no deben intentar suplantar la labor del Estado, deben perseguir un beneficio en común, promueven la participación y la autogestión.
Uno de sus rasgos más distintivo es la inclusión activa de los participantes (voluntarios, aunque no se da en todos los tipos de ONGs ya que algunas requieren la contratación de profesionales y especialistas) en la realización de tareas para el cumplimiento de los propósitos de dichas entidades. Esta clasificación de participantes es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a estudiar dentro de una empresa con fines de lucro ya que los empleados no estarían dispuestos a trabajar gratis para aumentar los beneficios de los accionistas. Estos participantes se encuentran muy motivados ya que no trabajan por un sueldo y tienen ideas muy concretas acerca de los objetivos de la organización, se encuentran muy comprometidos con la razón de ser la institución, la cual integran.
Algunas ONGs administran gastos sobre la base de recursos que obtienen de otros como por ejemplo el Estado o la comunidad que realiza aportes para que estas puedan desarrollarse a través del tiempo. Para controlar la gestión de las empresas existe una gran variedad de herramientas. Aun la más simple, es muy contundente: Los dividendos deben pagarse para que la empresa exista. Y para que la empresa tenga beneficios a distribuir, debe ser eficiente en sus actividades. En el sector público existe el presupuesto, expresión cuantitativa del interés y la voluntad política de los gobiernos de cada época. En el caso de las ONGs, es frecuente observar actitudes prejuiciosas sobre la medición de su desempeño.
Ahora bien, algunas personas deducen que cuando se tratan de causas nobles, no se debe efectuar ningún tipo de análisis de la gestión o una medición de la eficiencia. Vaya error el que comenten algunos al pensar que si una organización no genera dividendos no se debe mantener un control y un seguimiento para su desarrollo y su vigencia a lo largo del tiempo.
Fuente: https://ayudaenaccion.org/ong/blog/solidaridad/que-es-una-ong/
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